Prevención de alteraciones en el lenguaje

Cuando nuestros hijos o hijas son bebés permitimos una serie de hábitos que, aunque pueden ser beneficiosos en ciertas circunstancias, en otras pueden resultar perjudiciales y provocar alteraciones en el desarrollo del lenguaje.

Entre estos tenemos:

  •  El hábito de chuparse el dedo
  • El chupete
  • El biberón en la cama
  • Cambios de alimentación

Chuparse el dedo:

La presencia de este hábito después de los 4 años genera cambios en la tonicidad muscular de labios y bucinadores, retarda su maduración, dificulta la deglución normal y crea mecanismos nocivos que llevan a desarrollar una actividad muscular de compensación para lograr la deglución, todo lo cual también puede afectar otras funciones como la fonación y la respiración.

La Succión del “chupete”:

La succión, cuando se realiza correctamente, estimula toda la musculatura facial y favorece el crecimiento armónico de la cara. Pero puede distorsionar la oclusión dentaria cuando el movimiento de succionar (chupar) es sustituido por el de “lamer”.

La succión correcta cansa la musculatura orofacial. Por esto, los niñ@s que succionan bien usan el chupete antes de dormir, cansan la musculatura y después dejan de usarlo el resto de la noche.

 

La edad adecuada para abandonar este hábito depende de cada niñ@ y del momento emocional que esté atravesando puesto que la succión está unida a factores emocionales y afectivos (La llegada de un hermano menor o la pérdida de una persona o animal querido, por ejemplo, no son momentos adecuados para cambios de esta naturaleza). Los adultos han de ponerse en la situación del niñ@ e intentar, junto a él, otras maneras de demostrarle que ya es capaz de superar esta etapa.

Los niños que llevan el “biberón” a la cama:

Los incisivos superiores son los que en general se dañan primero.

Si el niño se queda dormido con el biberón en la boca el azúcar se le queda pegado en los dientes superiores.

Las bacterias que normalmente se encuentran en la boca convierten el azúcar en un ácido. Éste va disolviendo gradualmente el esmalte de los dientes y se van produciendo las caries.

Los cambios en la alimentación:

No es recomendable la sustitución de comida sólida por comida triturada, “potitos”, yogures o biberones para niños que ya son capaces de masticar. Lo más rápido y agradable no siempre es lo más recomendable. La hora de la alimentación exige tranquilidad y tiempo para ser realizada.

 

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